"la del más allá". 3 días en Bogotá

Tumbada en la cama, reventada de colores y sonidos que tardo en digerir, expresiones imposibles y proxemias extrañas. Mucha "X" por aquí. Lo que no se dice, lo que no se ve... justo eso es lo que me cansa.

Perras y perros (y perrunes, clar), YA ESTOY AQUÍ. Bogotá... cómo decírosla -mi Bogotá de tres días, claro, nada más allá de mis pretensiones en este momento-. Así en una palabra, Bogotá es claroscura. Me impacta todo, no sé si más que le llamen tinto al café solo, que en las señales de tráfico ponga "pare" en lugar de "stop" o que haya barrios turbios, distopías dantescas con humanitxs replicantes que pueblan (viven en? pululan por? mueren a través de? buscan sobrevivir a?) sus calles. Lo último, claro, duele más. Lo otro, el que te den sólo un beso al conocerte, te digan "marica" de forma amistosa, en plan "colega", o el que no haya paradas de autobuses intraurbanos y al subirte a ellos luches como una animalita en plena noche selvática pa no caer... todo eso supongo que es anecdótico... supongo... que viva la anécdota! Lo último, claro, duele más. Sobre todo cuando ves esos pisazos de lujo en la zona norte, de gordos inflados que miran pa otro lado, es más, gordos inflados de provocar lo otro, las cojeras desesperadas ("soy América Latina, un pueblo sin piernas pero que camina"). Hoy se lo he comentado a un taxista, que qué cosas éstas de que los nortes brillen más, ¿no? Y él, que es paisa (de Medellín), me ha dicho que allá es justo al contrario. También me ha dicho que los rolos (los bogotanos) son más fríos, y que la comida de allá es más sabrosa. (Amo el acento paisa, por cierto).

Echa de menos el taxista (como yo en la noche mientras ustedes duermen). Me ha dicho muchas cosas el taxista, me han dicho muchas cosas estos días. Mariajo, que nos fue a recoger al aeropuerto, amabilísima, paciente y protectora, me ha dicho que la nomenclatura de las calles (numeradas de sur a norte y de oriente -desde "los cerritos"- a occidente) te facilitan muchísimo el ubicarte en las ciudad. Está tirao. Mar, anfitriona sin igual, acogedora cálida y feminista hiperactiva, me ha dicho que piense bien si quiero salir con ese celular a las calles. Te los birlan. Es lo que tiene la supervivencia. También me ha dicho que, entre otras cosas, hay que rumbear. Síiii!! ayer bailé mi primera salsa. Rocío, compañerita nonstop, de viaje, cotidiano, afectos e impresiones, me ha dicho que intente convertir las crisis en oportunidades. Es que hoy estaba con un humor de perros que no se puede aguantar, hijoeputa! Porque he ido a esa oficina impoluta (en la zona norte, és clar!), de seguratas hasta las trancas, enorme, vacía... una oficina donde lxs cooperantes del norte hacen sus cositas, a veces limpias sus conciencitas blancas, otras luchan por un mundo mejol.com.tacon... en fin, que ni-de-co-ña ésa es mi lucha, que me he sentido invadida por un qué-mierdas-hago-yo-aquí, a la usanza de mi más tierna adolescencia... Pero aquí estamos, pa luchar. ¿Por un mundo mejol?, tal vez. "¡Y yo lucho, y yo lucho, y yo me ducho!". Y es que a veces las crisis son eso, crisis. Y puntito. Joé. Pero al sentarme en el escritorio de "mi antropólogo favorito" (ejem) se me han quitao to las penas, porque él es mi amiguito, y es igual de crítico antibuenrollista y brutito que yo (en realidad mucho más, tan políticamente incorrecto que a veces es destructivo... y me encanta). Y el antropologuito me ha dicho muchas cosas, porque sin ti, pencazo, no sabría lo que es un perico, un trancón o un parcero; porque no tendría futurxs amigxs cafres y frikis de las bicis como vos; porque estás más emocionado que yo y eso me emociona más que tó; porque ya deseo locamente verte aquí en septiembre. Sé que vendrás :D
Y yo ya estoy en ese punto en que pienso en cuánto me costaría un billete de vuelta en noviembre. Jajajja!! ya sabéis lo acelerá que soy. Y es que estoy como una moto!!! una noria tropical que sube y baja movida por la intensidad...

Más cosas: la casa hermosa, la salú tupenda, "como una rocaaaaa ella llegó a mi vida, como una roooocaaa" y el curro aún sin empezar.

Y bueno, que me canso de escribir, que es tarde; y pasear, burocraciar y rumbear cansa. Y sobre todo cansa mirar(-te-me-nos) reflejadas en los duros adoquines colombianos. Así que os comparto un par de cositas de aquí y de allá (qué bueno! ayer me llamaban "la que viene del más allá", y me abrazaban y daban la bienvenida al saber que llevaba únicamente 2 días aquí, y me decían "mira la española cómo baila". Me convertí en española, por cierto, vaya plomo... otra vez a explicar blablabla paña no blablabla del sú pero tampoco blablaba. Pero era una gente divina total. Ya tengo amigütxs!). Os paso la referencia -aquí- de un vídeo interesante que fui a ver ayer, que me hizo llorar, de rabia y de alegría, por su potencial transformador y des-victimizante: un vídeo experimental sobre relatos de vidas de bolleras, maricas y trans para prevenir la lesbo-homo-trans-fobia en las escuelas y universidades. Se llama ¿dónde está la diferencia? Ufff... everywhere, my friend... Aquí la primera parte:



Y de allá un vídeo que se ha currado la gentecilla de la ODS de Sevilla, para el desmonte de estereotipos sobre las personas migrantes. Me ha encantau!:


Catálogo de prejuicios sobre la inmigración from ODS de Sevilla on Vimeo.

Sin más, tengan ustedes una buena noche. Se les quiere todo el rato.

Colombia ya está aquí. Y continuará.

PD: Todo esto no habría sido posible, ni la mitad de hermoso, sin Rocío. Gracias, pequeña. Enorme!