lunes, 6 de junio de 2011

"Cali es Cali, lo demás es loma, sucursal del Cielo"

Cali, cali, calidad... y calidez... calufa por fin tras un mes en la gris Bogotá. ¡Qué bien sienta el sol! y la luz (como la de huerva ninguna, claro! jej!)

Sí, amiguitxs, este fin de semana he estado por Cali, al suroeste de Colombia, en el Valle del Cauca. Tenía pensado haceros una súper crónica del trayecto Bogotá - Cali, que no tiene desperdicio, pero ahora que ya ha pasado, me he relajado,y puedo reírme de ello, prefiero gastar energías en otra cosa ¡mariposa!. Eso sí, unos titulares no os los perdáis: viaje en autobús, petao, previsto para 8 horas, que dura 19!!! Por dos razones absolutamente cotidianas en Colombia: derrumbe montañoso (lo que allí creo que llamaríamos desprendimiento) y un tremendo trancón! (atasco), que hacía que el caluroso bus avanzara a una media de  kilómetro por hora! Sin comer hasta las 15 horas de viaje, pulguitas empachadas del jugo de mi culito (colita en colombiano), tinto (café solo) derramado encima -mmm...- y unos aromas que salían del baño que ni os cuento, conversaciones que iban de lo surrealista a lo grotesco con mis simpáticxs compañerxs de viaje y frustración por no poder ir al encuentro de mujeres afro que tenía planeado. Y lo que más me llamaba la atención de todo, a parte de los paisajazos que tuve la oportunidad de contemplar con muuuucho tiempo (uffa! una chimba (la caña)!), era la (no) reacción de la gente: a pesar de los llantos de algunxs niñxs que viajaban o la increíble demora, ellxs permanecían impasibles, con esa in-corporación de la aleatoriedad rítmica que caracteriza, como voy comprobando, a muchas personas provenientes de América Latina. 

Aguante: no sé dónde está el límite entre la resistencia y la resignación. Aguante al fin y al cabo. Es lo que tiene la colonialidad. Y la violencia sistémica y estructural. Qué importante es tomar conciencia. 

(Y yo de los nervios, claro).

Pero al llegar me acogió una gente fantástica, en la casa, en la calle, en la fiesta. Las féminas festivas me dieron cobijo, colectiva feminista cañerísima que trabaja por la "búsqueda de espacios autónomos y alternativos para la creación artística y comunicativa. Han explorado el performance, la video, instalación, el teatro de sombras, la radio experimental, el audiovisual, la curaduría musical, la fotografía, el discurso televisivo y la elaboración teórica como posibilidades de experimentación y reflexiónalrededor de temas como el feminismo, el género, las violencias contra las mujeres, la ecología y todos los órdenes hegemónicos que nos impiden transitar una existencia plena". Toma ya!! Aquí les dejo una imagen creada por ellas! Y  no dejen de visitar su blog!

Por la noche, la pasé divinamente a ritmo de bullerengue con unxs personajazxs brutales! Pero nada comparado con la personaja mayor: la bicharraca. Lo más! Una personita alucinante que sigo desde hace años por redes cibernéticas -gracias a las siempre imperdibles recomendaciones de Gaelx- que desde hace 11 años hasta hace 3 meses vivía en Madrid pero que, por caprichiños del destino, he tenido que venir a conocer a tierras caleñas. Me llevó a un local de unos colegas, donde pude deleitarme con ritmos afrocolombianos y acabar con dj youtube pinchando las mayores frikadas (delfin hasta el fin y la tigresa y coco fueron mis toques mágicos, claro). Y después la salsa nos llevó a volar por Cali y devoró la noche. Ou yeah!
Gaelx, te dedico esta fotaza testimonio del gran y esperado encuentro:



Y el sábado, festival antibabylon, buenísimoooo!! Con conversatorios sobre colectivas autónomas e independientes (muy interesante, por ejemplo, los proyectos de noís radio y antena mutante), buen cine, comidita rica (uffa, la lulada, bebida típica de Cali hecha con lulo (una fruta tropical), lo más!,) conciertazos que nos hicieron vibrar (el mejor, Zalama Crew!!). Y lo que más me gustó fue encontrarme y pasar el día con Andrés (por cierto, aquí todos se llaman Andrés o Camilo, exagerao!), el hermano de mi Juanito lindo, al que conocí en Barcelona y me hizo tremeeenda ilusión reencontrarme aquí, contagiándome con su energía poderosa y su sonrisota perenne. Guapooo!
 

La verdad es que fue un gusto convivir por unas horas con gente "del rollo". Echo mucho en falta aquí los centros sociales, los lugares de encuentro de gente con inquietudes que rebasan el consumo y el ocio borreguero, con ansias de inventar otras maneras de organización social, de relaciones humanas y de generar movimiento... Claro que hay personas así, muchas! y organizadas! (la cultura de movilización política en Colombia es excepcional) pero faltan espacios de encuentro (lo de la okupación como que aquí... no se puede)... así que a ver si este fin de semana, que voy, entre otras muchas y bacanas cosas, a la inauguración del centro social de Bogotá, de espíritu libertario, encuentro un nuevo espacio. ¡Qué ganas!

Amoras, como me dijo Riquiricard en un mail el otro día: ¿te estás aburriendo un taco, no, perra? ¿Agustera total? Totaaaaaal 
(con sus ratos, claro, pero me gusta sonreiros)

Os pienso siempre...



Por cierto, SALSA BRUTAL ÉSTA

1 comentario:

  1. Ana bonita, que lujo leerte, que peaso de aventura que te estás pegando nena, sigue informando sin falta de estos ires y venires. Leyéndote me viene a la cabeza un libro que seguro has leído pero que si aún no creo que te encantará, La otra frontera:Identidades múltiples en el Chiapas Colonial de Rosalva Aída Hernández.
    Mil besos!!!

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